martes, 24 de julio de 2018

100 Libros de Jardinería y Paisajismo

Hace unos meses Noel Kingsbury publicó en su blog una entrada en la que se mostraba convencido de que los jardineros leen más, escriben más y acumulan más libros que los aficionados a otras actividades. No seré yo quien lo discuta. En España la afirmación se podría matizar, porque no se publica tanto como en países como Inglaterra o Estados Unidos, pero en estos países, las publicaciones sobre jardinería y paisajismo son abundantes e interesantes, lo que me parece una buena métrica de la afición lectora de los jardineros aficionados. Noel da dos razones para explicar el fenómeno. La primera es que la jardinería moderna, con un fuerte componente ecológico, tiene una fuerte dependencia de la información al ser una actividad que mantiene una pata en el arte y otra en la ciencia. Lo primero anima a estar al día respecto a lo que hacen otros y lo segundo obliga a disponer de información técnica. El ejemplo que da Noel es perfecto: los aficionados a la jardinería queremos saber lo que Dan Pearson opina sobre la Veronicastrum virginicum y necesitamos saber en qué condiciones puede crecer la Veronicastrum virginicum. Noel encuentra una segunda razón a nuestra afición desmedida por los libros en las buenas dotes comunicadores de muchos profesionales del diseño de jardines. Opina que los aficionados leemos mucho debido a que hay quien escribe mucho y bien. A esto yo quizás le pondría un pero, porque no sé si es causa o efecto. Tengo la sensación de que los profesionales escriben tanto porque han leído mucho como buenos aficionados. Está claro que la afición a la escritura de los profesionales del sector realimenta las ganas lectoras de su público, pero no creo que en esta afición esté en el origen del fenómeno sino que es un elemento más del flujo. ¿Dónde nace la corriente? Pues vaya a usted a saber. Quizás en el hecho de que la jardinería es el más cambiante de los artes. La obra del jardinero cambia con el paso de las estaciones y de los años, cambia con el clima, cambia con los caprichos de la naturaleza. Pocas artes hay tan impredecibles, tan dependientes de una materia prima que responderá de una u otra manera en función de la combinación cuasi infinita de multitud de variables. Tal vez todo este cambio provoque en los aficionados y profesionales una dosis de incertidumbre que busquemos calmar en la lectura. O tal vez todo esto no sea más que una moda que nació con los diseñadores ingleses de la corriente Arts and Crafts y cuando pase nadie escriba y los aficionados podremos relajar el peso de nuestras estanterías. El modelo de paisajista no escritor no es tan estrambótico. Creo que puedo contar con los dedos de una mano los libros de paisajistas y jardineros españoles, y no será por falta de cosas que contar.
Sea como sea, es cierto que yo al menos empiezo a acumular una cantidad de libros sobre la materia que asusta. De hecho no hace tanto me han llamado frikazo. Ni siquiera friki, que suena como más cariñoso. De acuerdo a la RAE un friki es una persona que practica desmesurada y obsesivamente una afición. Me quedo con esta acepción porque el resto son aún peores. Si esto es un friki, ya un frikazo debe ser el no va más. Y todo porque se me ha ocurrido contar que quería escribir una nueva entrada sobre libros de jardinería, paisajismo y otras hierbas, y al recopilar me he dado cuenta de que 100 no sería una mala cifra. He leído bastantes, es verdad, pero que quede claro que no los he leído ni desmesurada, ni obsesivamente. Los he leído pausada y tranquilamente. Pero entre mis amigos hay a quienes les parece que leer 100 libros de un tema es propio de un frikazo. En fin, estos disgustos se me pasan pronto. A lo que íbamos. Me ha parecido interesante llevar el ejemplo del aficionado a la jardinería que quiere saber tanto lo que opina Dan Pearson sobre una planta determinada como los aspectos ecológicos de dicha planta. Pues de igual modo, a mí me gustaría saber lo que Dan Pearson opina sobre un libro determinado, pero también cuál es el contenido de ese libro. Así que se me ha ocurrido predicar con el ejemplo y escribir una serie de entradas sobre libros relacionados con la jardinería y el paisajismo. La idea sería hacer una breve reseña del libro, y luego explicar por qué ese libro ha sido, o no, importante para mí. Esto llevará su tiempo, pero vaya por delante la lista tentativa que planteo. Por eso de dar algo de orden, intento clasificar los libros en distintas categorías, que por supuesto son subjetivas y posiblemente fruto de la mente calenturienta de un frikazo. A medida que vaya avanzando, cada una de las siguientes categorías debería ser un enlace a una entrada concreta con una breve reseña de los libros incluidos en ella. Pero no prometo nada. .

100 Libros de Jardinería, Paisajismo - I - Jardines Naturalistas

  • The Wild Garden, de William Robinson con introducción de Rick Darke
  • Planting: A New Perpective, de Piet Oudolf y Noel Kingsbury
  • Gardening with Perennials: Lessons from Chicago's Lurie Garden, de Noel Kingsbury
  • The Know Maintenance Perennial Garden, de Roy Diblik
  • Essay on Gardening, de Henk Gerritsen
  • Planting in a Post-Wild World: Designing Plant Communities for Resilient Landscapes, de Thomas Rainer y Claudia West
  • Sowing Beauty: Designing Flowering Meadows from Seed, de James Hitchmough
  • Cultivating Chaos: How to Enrich Landscapes with Self-Seeding Plants, de Jonas Reig, Christian Kress y Jürgen Becker
  • Garden Revolution: How Our Landscapes Can Be a Source of Environmental Change, de Larry Weaner
  • Plant-Driven Design: Creating Gardens that Honor Plants, Place and Spirit, de Scott Ogden y Lauren Springer Ogden
  • Meadows: At Great Dixter and Beyond, de Christopher Lloyd
  • Beth Chatto's Gravel Garden, de Beth Chatto
  • El Jardín Sin Riego, de Olivier Filipi
  • Designing with Grasses, de Neil Lucas
  • Grasses: Versatile Partners for Uncommon Garden Design, de nancy J. Ondra y Saxon Holt
  • Perennial Meadows, de Michael King
  • Manifiesto del Tercer Paisaje y El Jardín en Movimiento, de Gilles Clement
  • Dream Plants for the Natural Garden, de Piet Oudolf y Henk Gerritsen

100 Libros de Jardinería y Paisajismo - II - Visiones Personales

  • Second Nature: A Gardener's Education, de Michael Pollan
  • The Education of a Gardener, de Russell Page
  • The Well Tempered Garden, de Christopher Lloyd
  • The Garden: A Year at Home Farm, de Dan Pearson
  • Home Ground: Sanctuary in the City, de Dan Pearson
  • Natural Selection: A Year in the Garden, de Dan Pearson
  • The Thoghful Gardener: An Intelligent Approach to Garden Design, de Jinny Blom
  • Disobedient Gardens: landscapes of Contrast and Contradiction, de Michael Cooke y Brigid Arnott
  • Jardines, los Verdaderos y los Otros, de Umberto Pasti
  • Derek Jarman's Garden, de Derek Jarman
  • The Essential Eartman, de Henry Mitchell
  • Un Jardín en Venecia, de Frederic Eden
  • Bajo el Sol de la Toscana, de Frances Mayes
  • Un Viñedo en la Toscana, de Ferenc Máté
  • Jardines en Tiempos de Guerra, de Teodor Ceric

100 Libros de Jardinería y Paisajismo - III - Historia, Filosofía y Técnica del Jardín

  • Jardinosofía: Una Historia Filosófica de los Jardines, de Santiago Beruete
  • Historia de los Estilos en Jardinería, de Francisco Paez de la Cadena
  • Paisajistas Que Han Creado Escuela, de Andrew Wilson
  • Lives of the Great Gardeners, de Stephen Anderton
  • A World of Gardens, de John Dixon Hunt
  • El Jardín Moderno, de Jane Brown
  • Grandes Jardines de Europa, de Ehrenfried Kluckert
  • Crear y Diseñar Jardines Contemporáneos, de Christopher Bradley Hole
  • Gardening with Shape, Line and Texrture, de Linden Hawthorne
  • The Art of Gardening: Desing, Inspiration and Innovative Planting Techniques from Chanticleer, de R. William Thomas
  • Jardín y Paisaje, de Paul Cooper
  • La Meditación y el Arte de la Jardinería, de Ark Redwood
  • Guía de Plantación, de Terence Conran y Diarmuid Gavin
  • Outdoors: The Garden Design Book for the Twenty-First Century, de Diarmuid Gavin y Terence Conran

100 Libros de Jardinería y Paisajismo - IV -  Listados de Jardines y Cooffe Table Books

  • Landscapes in Landscapes, de Piet Oudolf y Noel Kingsbury
  • Mirrors of Paradise: The Gardens of Fernando Caruncho
  • Jardines Secretos de España, de Eduardo Mencos
  • Jardines de Ensueño: 100 Inspiraciones, de Tania Compton y Andrew Lawson
  • The Private Gardens of England, de Tania Compton
  • Winter Gardens: Reinventing the Season, de Cedric Pollet
  • Jardines del Mundo: de Pompeya al Eden Project, de Jacques Bosser
  • The New Garden Paradise: Great Private Gardens of the World, de Dominique Browning
  • The Garden Book, de Phaydon Press
  • The Gardener's Garden, de Madison Cox
  • The New English Garden, de Tim Richardson
  • Dreamscapes, de Claire Takacs

100 Libros de Jardinería y Paisajismo - V - Ecología

  • The Rambunctious Garden: Saving Nature in a Post Wild World, de Emma Marris
  • No Nettles Requiered: The Truth About Wildlife Gardening, de Ken Thompson
  • ¿De Dónde son los Camellos?, de Ken Thompson
  • La Vida Secreta de los Árboles, de Peter Wohlleben
  • En un Metro Cuadrado de Bosque, David George Haskell
  • El Dilema del Omnívoro, de Michael Pollan
  • El Mundo Sin Nosotros, de Alan Weisman
  • Salvaje, de George Mombiot
  • El Árbol, de John Fowles
  • La Magia de los Árboles, de Ignacio Abella
  • El Mesías de las Plantas, de Carlos Magdalena
  • El País de los Pájaros que Duermen en el Aire, de Mónica Fernández Aceytuno

100 Libros de Jardinería y Paisajismo - VI - Guías de Plantas y Reproducción Vegetal

  • Árboles, de Bruno P. Kremer
  • Árboles de España y de Europa, David More y John White
  • Los Árboles y Arbustos de la Península Ibérica e Islas Baleares, de Gines López González
  • Árboles en España. Manual de Identificación, de José Manuel Sánchez de Lorenzo Cáceres
  • Waterwise Plants for Sustainable Gardens: 200 Drought-Tolerant Choices for All Climates, de Lauren Springer Odgen y Scott Odgen
  • Plantas Silvestres de la Provincia de Valladolid, de J.M. García López
  • Hardy Succulents: Tough Plants for Every Climate, de Gwen Moore Kelaidis
  • The Plant Lover's Guide to Salvias, de John Whittlesey
  • Bulb, de Anna Pavord
  • Garden Flowers from Seed. de Christopher Lloyd y Graham Rice
  • Enciclopedia de la Propagación de Plantas, de la Royal Horticultural Society
  • Field Guide to the Wild Flowers of the Western Mediterranean, de Chris Thorogood

100 Libros de Jardinería y Paisajismo - VII - El Jardín Comestible

  • El Horticultor Autosuficiente: Guía Práctica Ilustrada Para la Vida en el Campo, de John Seymour
  • El Huerto Familiar Ecológico, de Mariano Bueno
  • The Year-Round Vegetable Garden, de Niki Jabbour
  • Epic Tomatoes: How to Select & Grow the Best Varieties of All Time, de Craig LeHoullier
  • Tratado Práctico de Horticultura, de G. Sasias y C. Chesne
  • El Huerto Más Natural, de Jean Marie Lespinasse
  • Enciclopedia de las Frutas del Mundo, de Susana Lyle
  • Landscaping with Fruit, de Lee Reich
  • Creating a Forest Garden: Working with Nature to Grow Edible Crops, de Martin Crawford
  • Edible Forest Gardens: Ecological Design and Practice for Temperate Climate Permaculture, de Dave Jacke y Eric Toensmeier
  • The Resilient Farm and Homestead, de Ben Falk
  • The Wildlife-Friendly Vegetable Gardener: How to Grow Food in Harmony with Nature, de Tammi Hartung
  • Build a Better Vegetable Garden, de Joyce Russell y Ben Russell
  • Horticultura Práctica, de Dick Raymond
  • Growing Fruit Trees, de Jean Marie Lespinasse
  • Árboles Frutales, de editorial Tikal
  • Cómo Hacer un Buen Compost, de Mariano Bueno




lunes, 16 de julio de 2018

Oudolf II - La Carpintería de Piet Oudolf - Hauser and Wirth


(If you prefer to read this post in English, you can find it here: Oudolf II)

En la anterior entrada decíamos que Piet Oudolf, empleando las vivaces como herramientas al servicio de su excepcional capacidad artística, ha sabido crear jardines que no imitan, sino que evocan la atmósfera de un entorno natural. La historia del arte nos enseña que las diferentes disciplinas artísticas han evolucionado gracias a aquellos maestros que han sido capaces de redefinir el concepto de belleza y, más importante aún, han conseguido que el espectador percibiera esa belleza. Oudolf ha sido uno de esos maestros. La belleza es clave en su trabajo. En mi opinión el modernismo no llegó a cuajar en el mundo la jardinería, igual que no llegará a cuajar la jardinería que únicamente basa su diseño en las combinaciones de plantas basadas en hábitats. Los dos sufren la aridez de la falta de belleza. El componente estético aportado por Oudolf ha sido el soplo de aire fresco que ha renovado estas y otras corrientes y ha sentado las bases de las que beben toda una generación de paisajistas. Fin del resumen de la anterior entrada. 
Oudolf se basa en un conocimiento enorme de las plantas, muy especialmente las vivaces, y sus asociaciones en la naturaleza. Pero ese conocimiento, que con esfuerzo y experiencia puede ser adquirido por cualquiera con ciertas luces, no basta. Para llegar a tocar la fibra sensible de millones de personas es necesario aportar algo mucho más instintivo y personal: la capacidad artística.  La capacidad artística, esa especie de esencia o alma de la obra de un artista, bebe de tantas fuentes íntimas que se antoja imposible capturarla. Pero todos esos gustos, recuerdos, inspiraciones, ideas y mil cosas más que salen a la luz a través de la creación artística, siempre se apoyarán en una técnica concreta que dará forma a la obra. En palabras de Gabriel García Márquez: 

«La escritura de ficción es un acto hipnótico. Uno trata de hipnotizar al lector para que no piense sino en el cuento que tú le estas contando y eso requiere una enorme cantidad de clavos, tornillos y bisagras para que no despierte. Eso es lo que llamo la carpintería, es decir es la técnica de contar, la técnica de escribir o la técnica de hacer una película. Una cosa es la inspiración, otra cosa es el argumento, pero cómo contar ese argumento y convertirlo en una verdad literaria que realmente atrape al lector, eso sin la carpintería no se puede.» 

¿No les parece que Oudolf hace lo mismo? Los jardines de Oudolf son un acto hipnótico, un arte del engaño que convence al espectador de que está viviendo naturaleza en estado puro. Y detrás de esa captura del espectador hay mucha técnica de diseño de jardines, mucha carpintería. Hauser & Wirth Somerset es una galería de arte ubicada en una vieja granja rehabilitada por el arquitecto Luis Laplace. La granja se levanta en mitad de los bucólicos paisajes de Somerset, y aunque merece la pena disfrutar del complejo no sé si yo iría hasta allí sólo para visitar el restaurante, las tiendas o las exposiciones. Pero si tienes la suerte de llegar a la parte trasera de los edificios justo en el momento en el que el sol es capaz de atravesar por un instante el mezquino cielo inglés, como me sucedió a mí, el viaje habrá merecido la pena y entenderás que no soy tan exagerado como dicen algunos. Porque allí te encontrarás con Oudolf Field, un prado formado por 17 macizos que contienen 26.000 vivaces de 115 especies distintas. En la tienda de la galería me compré un pequeño folleto que incluye el plano realizado por Oudolf para la plantación y el listado de especies incluidas. El folleto empieza a dar un poco de asco de lo sobado que lo tengo. Vamos a ver si tanto mirar ha merecido la pena y somos capaces de descifrar alguno de los clavos, tornillos y bisagras empleadas por Piet Oudolf en este jardín. 

En jardinería existen multitud de opciones a la hora de agrupar y combinar las plantas: desde las plantaciones de grandes macizos de una única especie (ausencia total de mezcla) tan frecuentes en parques públicos, hasta las mezclas de semillas (total aleatoriedad y casi infinitas combinaciones) de Nigel Dunnet y James Hitchmough.  Si queremos jardines naturalistas, podríamos plantearnos por qué no hacemos lo mismo que la naturaleza, dejar que las plantas se mezclen cómo quieran. Y aquí llegamos a la hipocresía del asunto: los jardines naturalistas hermosos, son muy poco naturales. Aunque mucha gente diga que quiere ver a la Naturaleza en sus jardines, no les crean. Ellos no lo saben, pero lo que en realidad quieren ver una visión algo ordenada y humanizada de la naturaleza. Digamos que nos gusta lo salvaje pero sin pasarnos. Necesitamos ese orden, esa intencionalidad, que paradójicamente hará sentir al espectador una sensación de naturaleza mucho más intensa que la naturaleza dejada a su aire. Un baldío (el Tercer Paisaje de Gilles Clement) es naturaleza, ausencia total de intervención humana. Pero no es un jardín naturalista porque difícilmente va a despertar nada en un espectador. Salvo raras excepciones, nadie percibirá belleza en él. En cambio un jardín de Oudolf, raro será que deje indiferente al espectador. Y además puede llegar a tener más diversidad que aquel baldío. Para conseguirlo Piet ha experimentado diversas aproximaciones, pero podemos resumir que sus plantaciones suelen responder a dos modelos básicos: plantaciones en bloques y plantaciones en matriz.

Plantaciones en Bloques


Un bloque es un grupo de plantas de la misma especie que plantaremos juntas. Estos bloques se distribuyen a lo largo de la plantación de forma que la mezcla de plantas es en realidad la mezcla de estos bloques. Algunas características principales de esta mezcla de bloques serían: 
  • Ritmo: un bloque de una determinada especie debe ser repetido a lo largo de la plantación para generar una sensación de ritmo y un sentido de unidad. Sin este ritmo el espacio carecerá de visión y diseño. 

  • Combinación: la combinación de bloques debe garantizar que las especies  de distintos bloques que resulten adyacentes generen ese difícil equilibrio entre complejidad y coherencia. Aquí la cosa se pone complicada y en donde entra la maestría del diseñador. Es necesario que los juegos de formas, texturas y colores sean los adecuados. Sólo puedo dar una indicación: mira muchas fotos , experimenta y buena suerte. 

  • Tamaño y forma: los bloques suelen responder a formas orgánicas muy variables. Y el tamaño suele corresponder a grupos de entre 5 y 11 plantas. Un caso particular es el de bloques con formas alargadas y serpenteantes (drifts en inglés) que permiten aproximar diferentes especies e incrementar la sensación de mezcla creando un fuerte sentido de movimiento. 
  • Estructura: las especies empleadas en los bloques deben aportar una buena estructura durante un largo período de tiempo. No tiene sentido plantar un bloque de plantas que desaparezcan durante buena parte del año o que no sean visualmente atractivos cuando finalice su plantación. La repetición de un bloque fracasado genera un ritmo de fracaso. 


  • Complejidad: un bloque puede estar compuesto de más de una especie de plantas. En este caso las especies deben combinar bien o presentar épocas de floración secuenciales. Oudolf usa bloques de dos plantas presentes en distintos porcentajes. Por ejemplo, en este jardín de Hauser & Wirth, Oudolf emplea grupos de un 60% de Echinacea purpurea Fatal Attraction y un 40% de Pycnanthemum muticum. O bien, 80% Monarda bradburiana y 20% de Nepeta govaniana, Origanum hopleys + Knautia macedonica, Thalictrum delavayi + Gentiana asclepiadea, etc  


  • Especies singulares (plantas dispersas): no sólo de bloques vive el hombre: entre los bloques principales se pueden intercalar bloques más pequeños o plantas individuales de fuerte impacto visual
  • Impar: que el número de plantas de cada bloque, y el número de bloques de una determinada especie sea impar. ¿Por qué? Ni idea, pregúntele a un psicólogo, pero la sensación de equilibrio y ritmo de un grupo impar es mayor que la de un grupo par. Oudolf suele usar grupos de 5 a 11 plantas, por algo será.

Pero Piet no deja de evolucionar. Cada nuevo jardín es un nuevo capítulo en la historia de sus diseños. Con el paso de los años sus diseños se han ido desplazando desde las plantaciones en bloques hacia un mezcla de plantas más compleja que se aproxima más a la espontaneidad que encontramos en la naturaleza.  Aún así Oudolf no deja atrás formas compositivas anteriores sino que las combina con otras nuevas dando lugar a diseños multicapa cada vez más complejos. Es acumulativo. Por eso no es extraño que en su jardín en Hauser & Wirth encontremos plantaciones en bloques combinadas con plantaciones en matriz. 

Plantaciones en Matriz


Para entender qué es una plantación en matriz, primero hay que entender qué es una matriz. Para los que hemos sufrido las matemáticas de una ingeniería, una matriz es una tabla de números que tiene multitud de usos en computación. Pero quizás sea mejor irnos a una definición menos algebraica. Una matriz sería la sustancia que contiene y une otros elementos singulares. Un ejemplo que se entiende bien es el que da Noel Kingsbury: un bizcocho con nueces o frutas. La matriz sería la masa del bizcocho.  Yéndonos al tema que nos ocupa, una matriz sería un fondo homogéneo de plantas poco vistosas (plantas matriz) que contiene otras plantas que por su estructura, tamaño o color aportan el mayor impacto visual a la plantación (plantas primarias). Cuando se trata de vivaces, esta combinación de plantas primarias distribuidas a lo largo de otras de menos impacto visual, evoca claramente a prados, pradera y estepas, ecosistemas en los que un relativamente pequeño número de especies forman la mayor parte de la biomasa (la matriz) pero están tachonados de otras muchas especies que siendo menores en número son mucho más importantes en variedad y aspecto. El efecto final que se consigue con una plantación en matriz es mucho más naturalista y menos obvio que con plantaciones en bloques.  Y ahora plantaciones en matriz para dummies. Para crear una plantación en matriz necesitamos tres tipos de plantas:

  • Plantas Matriz: plantas adecuadas para el fondo de la matriz (la masa del bizcocho) son especies capaces de formar una cobertura densa y homogénea, con un aspecto algo neutro y con colores y formas suaves. No deben ser excesivamente competitivas para que puedan crecer entre ellas las plantas primarias.  Pero su aspecto más destacable debe ser su durabilidad. Es fundamental que su estructura ofrezca un buen aspecto durante muchos meses del año, que no se degraden después de florecer. La respuesta más natural para estas matrices son las gramíneas. Piet Oudolf tiene buenos ejemplos con Deschampsia y Molinia, pero últimamente está apostando por Sporobulus heterolepis, que tiene un aspecto difuminado perfecto para estas plantaciones y tiene la ventaja de vivir durante décadas. 

  • Plantas Primarias: son las divas del espectáculo. Las plantas matriz únicamente son el fondo que permite enfatizar los atributos especiales de estas especies primarias que se elevan sobre un fondo homogéneo. Su estructura, textura, tamaño o floración las convierten en los elementos visualmente dominantes de la plantación. Oudolf emplea una larga lista de vivaces como plantas primarias: Echinacea, Eryngium, Rudbeckia, etc, etc.  De nuevo, es fundamental que las especies empleadas aporten una estructura clara y potente durante muchos meses, y por supuesto una vez más el ritmo es importante. Estas plantas primarias deben repetirse a lo largo de plantación para que su efecto sea más efectivo. 


  • Plantas Dispersas: como ya veíamos en las plantaciones en bloques, una tercera capa de plantas puede ser añadida a la plantación para incrementar el efecto de naturalidad y espontaneidad. Si en un bizcocho de frutas las plantas matriz serían la masa del bizcocho y las plantas primarias las frutas, esta nueva categoría podrían ser las virutas de chocolate. Aparecerán aleatoriamente a lo largo de la plantación, rompiendo la regularidad del patrón de plantas matriz y plantas primarias, e incrementando la sensación de ritmo y unidad visual, pero a diferencia de las especies anteriores en este caso nos podemos permitir que sean efímeras. Estas plantas pueden ser añadidas para aportar un estallido estacional de color (es el caso de muchos bulbos y Papaver orientale). Pero también pueden ser incorporadas por tener una estructura muy particular y duradera (por ejemplo Veronicastrum virginicum). En cualquier caso la clave es que deben ser claramente distintas al resto. Con ellas podemos buscar enlazar una zona de la plantación con otra zona distinta. O al contrario, podemos perseguir diferenciar claramente un área determinada. También nos pueden servir para conseguir un punto focal inesperado que dirija nuestra mirada dentro de la homegeneidad de la matriz. Las posibilidades son infinitas, así que les recomiendo que hagan como Oudolf: imaginación al poder. 

Ciertas características de las plantaciones de Oudolf aplican tanto a sus plantaciones en bloque como en matriz. Veamos algunas para ir terminando:  
  • Mezcla de estilos: como se puede ver en Hauser & Wirth no tenemos que decantarnos necesariamente por plantaciones en bloques o en matriz. De hecho, combinar ambos estilo aporta un contrate que enriquece significativamente una plantación de vivaces. Combina lo viejo y convencional con lo nuevo y naturalista. La combinación de los dos estilos también puede tener fines prácticos. Una matriz puede tener demasiadas pocas especies como para captar la atención demasiado tiempo. Como además son una apuesta arriesgada porque si falla la planta matriz elegida fracasa toda la plantación, los diseñadores suelen optar por las mismas plantas siempre. Insertar bloques permiten introducir especies menos conocidas o plantas que requieran un cuidado específico, como una poda estacional después de la floración. 


  • Color: se repite mucho que Piet no presta demasiada atención al color, pero yo diría que esto es una verdad relativa. No llegará a los niveles de Gertrude Jekyll y no será troncal en su diseño, pero está claro que el color es un factor tenido en cuenta en sus plantaciones. Quizás la diferencia es que para él el color es una parte del todo, una capa en el top de la estructura, un elemento de emoción, pero no algo separado y director. Además Piet ha destacado por destacar las posibilidades de los marrones, grises y negros en otoño e invierno. Desaprovechar las capacidades de una plantación de vivaces en estas estaciones, es perder lo mejor de su potencial. 
  • Riqueza: en los jardines de Piet el número de potenciales yuxtaposiciones y combinaciones es altísimo. Entre otras cosas porque usa un número muy alto de especies, muchas más de las 15 o 20 habituales en muchas aproximaciones. En este jardín de Somerset por ejemplo hablamos de la friolera de 115 especies.
  • Estructura y textura visual: si hay algo por lo que Oudolf pasará a la historia será por su capacidad para hacernos ver belleza donde antes no la veíamos. En sus propias palabras: "Descubro belleza en cosas que a primera vista no son bellas. Ha sido un viaje de toda una vida para descubrir qué es realmente la belleza, y al final descubrir que la belleza está en todas partes." Su capacidad para entregarnos esta belleza se apoya en la importancia que tiene en sus jardines la estructura y la textura de las plantas. La importancia de esta estructura y textura frente al color permite que la belleza de sus plantaciones se alargue al otoño e invierno. En este aspecto es importante dejarse guiar por la flora de la zona donde nos encontremos. Esta flora tendrá unas características en términos de textura y estructura que nos puede servir como guía para lo que va a funcionar en nuestro jardín. Por eso las gramíneas son tan importantes en el estilo naturalista, porque dominan la mayor parte de espacios abiertos de los climas templados.  
  • Orden vs desorden: los jardines de Oudolf serán naturalistas pero nunca parecerán caóticos. Para ello siempre estarán contenidos en una clara estructura formada por setos y caminos. Las mismas plantaciones en bloques son una lucha por lograr ese balance entre orden y desorden que genere una intencionalidad y sentido a la plantación. Quizás la plantación más desordenada de Oudolf fue su plantación temporal en la Serpentine Gallery, y creo que precisamente era debido a que la fuerte estructura del edificio que la contenía lo permitía. 

  • Intimidad: la disposición de las plantaciones de Oudolf, plagadas de formas orgánicas y caminos serpenteantes invitan al paseo y envuelven al invitado. Sus jardines son lugares autocontenidos, íntimos, que llaman a sentarse y leer una buena novela. O alguna entrada de un blog tostón como este. 




Oudolf II - The Carpentry of Piet Oudolf - Hauser & Wirth



((Si prefirieres leer esta entrada en español, la puedes encontrar aquí: Oudolf II)

In the previous post we saw that Piet Oudolf, using perennials as tools to show his exceptional artistic capacity, has created gardens that do not imitate, but evoke the atmosphere of a natural environment. History of art teaches us that the different artistic disciplines have evolved thanks to those masters who have been able to redefine the concept of beauty and, more importantly, have succeeded in making the viewer perceive that beauty. Oudolf was one of those masters. Both Modernism and gardening solely based on combinations of plants chosen according to habitats, suffer from the aridity of a lack of beauty, and consequently, in my opinion, neither will ever succeed. The aesthetic component provided by Oudolf has been the breath of fresh air that has renewed these and other currents and laid the foundations for the work of a whole generation of landscape architects. End of the summary of the previous entry.
Oudolf’s work is based on an enormous knowledge of plants, especially perennials, and their associations in nature. But that knowledge, which with effort and experience can be acquired by anyone after years of study, is not sufficient. In order to touch the sensitive fibre of millions of people it is necessary to contribute something much more instinctive and personal: artistic ability.  Artistic ability, a kind of essence or soul of an artist's work, comes from so many intimate sources that it seems impossible to capture it. But all those flavours, memories, inspirations, ideas and a thousand other things that come to light through artistic creation will always be based on a specific technique that will shape the work. In the words of Gabriel García Márquez:

"Writing is a hypnotic act. One tries to hypnotize the reader so that he only thinks about the story you are telling him, which requires an enormous number of nails, screws and hinges so that he does not wake up. That's what I call carpentry, that is, the story-telling technique, the writing technique or the technique of making a film. Inspiration is one thing, the plot is another, but how to tell that plot and turn it into a literary truth that really captivates the reader, without carpentry it’s not possible."

Don't you think Oudolf does the same? Oudolf's gardens are a hypnotic act, an art of deception that convinces the viewer that he is living nature in its purest form. However behind the spectator’s enchantment lies very skillful garden design technique and “carpentry”. Hauser & Wirth Somerset is an art gallery located in an old farmhouse restored by architect Luis Laplace. The farm is located in the midst of bucolic Somerset, and although it’s worth seeing the complex I don’t know if I’d go there just to visit the restaurant, the shops or the exhibitions. But if you're as lucky as I was to get to the back of the buildings just as the sun manages to shine through the miserable English sky for a moment, the journey will have been worthwhile and you'll understand that I'm not exaggerating as much as some people can think. There you will find Oudolf Field, a meadow made up of 17 borders containing 26,000 perennials of 115 different species. In the gallery shop I bought a small brochure that includes the plan made by Oudolf for the plantation and the list of species included. The brochure's starting to look a little disgusting because of how much I've touched it. Let's see if it was worth looking at so much and we are able to decode some of the nails, screws and hinges used by Piet Oudolf.
In gardening there are many ways to approach the grouping and mixing of plants. Almost any combination is possible, from the plantation of large blocks of a unique species (total absence of mixing) so common in public parks, and the total randomness and almost infinite combinations of the seed mixtures of Nigel Dunnet and James Hitchmough.  If we want naturalistic gardens, we might wonder why we don't do the same as nature: let plants mix as they please. Well, here we come to the hypocrisy of the matter: beautiful naturalistic gardens are very unnatural. Even though many people say they want to see Nature in their gardens, don't believe them. Maybe they are not aware of it, but what they really want is an orderly and humanized view of nature. We like it wild but not too wild. We need order, intentionality, which paradoxically will give the spectator a much more intense sensation of nature than free nature. A wasteland (the Third Landscape of Gilles Clement) is nature, a total absence of human intervention. But it is not a naturalistic garden because it will hardly suggest anything to the viewer. With rare exceptions, no one will notice beauty in it. On the other hand, a garden by Oudolf will rarely leave the spectator indifferent and may have more diversity than wasteland. To achieve this, Piet has experimented with different approaches, but we can summarize that its plantations usually respond to two basic models: block plantings and matrix plantings.

Block Plantings 

A block is a group of plants of the same species that are planted together. These blocks are distributed throughout the plantation so that the mixture of plants is actually the mixture of these blocks. Some of the main characteristics of plantation in blocks are:
  • Rhythm: a block of a given species must be repeated throughout the plantation to generate a sense of rhythm and unity. Without this rhythm the space would lack a sense of design.

  • Combination: The combination of blocks should ensure that different species of adjacent blocks generate the difficult balance between complexity and coherence. This is where it gets complicated and the designer's expertise comes in. The play of shapes, textures and colors need to be appropriate. I can only give you one indication: look at lots of photos, experiment and good luck.

  • Size and shape: the blocks usually respond to very variable organic shapes. And the size usually corresponds to groups of between 5 and 11 plants. A particular case is blocks with elongated and winding shapes (drifts) that allow you to combine different species and intensify the degree of variety, creating a strong sense of movement.
  • Structure: the species used in the blocks must provide good structure over a long period of time. It makes no sense to plant a block of plants that will disappear for much of the year or that are not visually attractive after flowering. The repetition of a failed block leads to an unsuccessful plantation. 


  • Complexity: a block can be composed of more than one species of plants. In this case the species must combine well or have sequential flowering times. Oudolf uses blocks with two plants in different percentages. For example, in Hauser & Wirth, Oudolf uses groups of 60% Echinacea purpurea Fatal Attraction and 40% Pycnanthemum muticum. Or 80% Monarda bradburiana and 20% Nepeta govaniana, Origanum hopleys + Knautia macedonica, Thalictrum delavayi + Gentiana asclepiadea, etc. 


  • Singular species: smaller blocks or individual plants with a strong visual impact can be interspersed between the main blocks.
  • Odd: the number of plants in each block and the number of blocks of a given species should be odd.   Why? I have no idea, ask a psychologist. But the sense of balance and rhythm of an odd group is greater than that of an even group. Oudolf usually uses groups of 5 to 11 plants, I suppose there’s a reason for that.

Piet is constantly evolving. Each new garden is a new chapter in the history of its designs. Over the years, his designs have moved from block plantations to a more complex mix of plants that comes closer to the spontaneity we find in nature.  But Oudolf does not leave behind previous compositional approaches, his design is cumulative. He combines new and old styles creating increasingly complex multilayer designs. That is why it is not surprising that in his garden at Hauser & Wirth we find block plantations combined with matrix plantings.

Matrix Planting

To understand what a matrix plantation is, first you need to know what a matrix is. For those of us who have suffered the maths of engineering, a matrix is a table of numbers that has a multitude of uses in computing. But maybe we'd better move on to a less algebraic definition. A matrix would be the substance that contains and unites other singular elements. An example that is easy to understand is the one given by Noel Kingsbury: a sponge cake with nuts or fruit. The matrix would be the cake mixture.  In terms of plantations, a matrix would be a homogeneous background of plants that are not very eye-catching (matrix plants) and that contain other plants that, due to their structure, size or color, provide the plantation with the greatest visual impact (primary plants). When it comes to perennials, this combination of primary plants distributed among other less striking ones, clearly evokes meadows, prairies and steppes. That is, it evokes ecosystems in which a relatively small number of species form the majority of the biomass (the matrix) but are dotted with many other species that are smaller in number but much more important in variety and appearance (primary and scattered plants). The final effect of a matrix plantation is much more naturalistic and less obvious than a block plantation.  To create one you need three kind of plants:  
  • Matrix Plants: appropriate plants for the background of the matrix (the cake mixture) are species capable of providing a dense and homogeneous covering, with a neutral appearance and soft colors and shapes. They should not be excessively competitive so that primary plants can grow among them.  But their most remarkable feature should be their durability. It is essential that their structure looks good for many months of the year, and that they don’t degrade after blooming. The obvious answer for these matrices is grasses. Piet Oudolf has good examples with Deschampsia and Molinia, but lately he is opting for Sporobulus heterolepis, which has a diffused appearance perfect for these plantations and has the advantage of living for decades.

  • Primary Plants: they are the divas of the show. The matrix plants are only the backdrop that emphasize the special attributes of these primary species which rise from a homogeneous backdrop. Their structure, texture, size or flowering make them the visually dominant elements of the plantation. Oudolf uses a long list of perennials as primary plants: Echinacea, Eryngium, Helenium, Rudbeckia, etc, etc, etc.  Again, it is essential that the species used provide a clear and powerful structure over many months, and of course, once again the rhythm is very important. These primary plants should be repeated throughout the plantation to be more effective.

  • Scattered Plants: as we saw in block plantations, a third layer of plants can be added to increase the effect of naturalness and spontaneity. If in a fruit cake the matrix plants are the cake mixture and the primary plants the fruits, this new category could be chocolate sprinkles. They will appear randomly throughout the plantation, breaking the regularity of the matrix and primary plant pattern, and increasing the sense of rhythm and visual unity. But unlike the previous types, in this case we can afford to use ephemeral species. These plants can be added to provide a seasonal explosion of blooming (this is the case with many bulbs or Papaver orientale). But they can also be incorporated because they have a very unusual and durable structure (e.g. Veronicastrum virginicum or Calamagrostis x acutiflora). In any case, the key is for these to be a clear difference from the rest. By using them we can seek to link one area of the plantation with another area. Or, on the other hand, we can seek to clearly differentiate a certain area. They can also help us to achieve an unexpected focal point that directs our attention within the homogeneity of the matrix. The possibilities are endless, so I recommend Oudolf’s approach: imagination to power.


Finally, some of the features of Oudolf's plantations apply to both block and matrix plantations. 
  • Mixed styles: as you can see in Hauser & Wirth, we don't necessarily have to opt for block or matrix plantations. In fact, combining both styles provides a contrast that significantly enriches a plantation of perennials. It combines the old and conventional with the new and naturalistic. The combination of the two styles can also have practical purposes. A matrix may have too few species to attract attention for too long. On the other hand, matrix plantations are a risky bet because if the chosen matrix plant fails, the entire plantation fails. So designers tend to opt for the same plants every time. Inserting blocks allows the introduction of less known species while isolating plants that require specific care, such as seasonal pruning after the blooming season.


  • Color: It's often been said that Piet doesn't pay much attention to color, but I'd say that's only partially true. He won’t reach Gertrude Jekyll's levels and the color won’t be core in his design, but it’s clear from his plantations that he takes it into account. Perhaps the difference is that for him color is a part of the whole, a layer at the top of the structure, an element of emotion, but not something separate and preeminent. Nor can we forget that Piet has stood out for highlighting the possibilities of browns, greys and blacks in autumn and winter. To waste the capacities of a perennial plantation during these seasons is to lose the best of its potential.
  • Richness: in Piet's gardens the number of potential juxtapositions and combinations is very high. Mainly because he uses a very high number of species, many more than the usual 15 or 20 in many approaches. In Hauser and Wirth, for example, we´re talking about 150 different species.
  • Structure and visual texture: if there is one thing Oudolf will be remembered for, it is his ability to make us see beauty where we didn’t see it before. In his own words: "I discover beauty in things that on first sight are not beautiful. It is a journey in life to find out what real beauty is - and to notice that it is everywhere".  In his gardens the structure and texture of the plants is more important than the colour and extends into the autumn and winter. In this aspect it is important to be guided by the flora of the area where we are. This flora will have some characteristics in terms of texture and structure that can serve as a guide for what will work in our garden. That's why grasses are so important in the naturalistic style, because they dominate most of the open spaces of temperate climates. 
  • Order vs. disorder: Oudolf's gardens are naturalistic but never seem chaotic. For this reason, they will always be contained in a clear structure formed by hedges and paths. In fact, I think block plantations are an attempt to achieve that balance between order and disorder which lends the plantation intentionality and meaning. Perhaps Oudolf's most untidy plantation was his temporary plantation in the Serpentine Gallery, and this was suitable precisely owing to the strong structure of the building that contained it.

  • Intimacy: the layout of Oudolf plantations, full of organic shapes and winding paths, embraces the visitor and invites you to walk in the garden. His gardens are self-contained, intimate places that beckon you to sit down and read a good book. Or some boring blog post like this one.







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